Si bien es cierto que los aparatos electrodomésticos nos facilitan la vida en muchos sentidos, también nos la complican, y esto puede apreciarse especialmente en la cocina.
El primer problema es elegir los adecuados y necesarios, de acuerdo a nuestros gustos y requerimientos específicos, lo bueno es que en la actualidad el mercado ofrece un sinfín de opciones y para todos los presupuestos. Solo hay que investigar un poco y gracias a Dios… ¡Existe el Internet!
El segundo problema es su conservación, mantenimiento y limpieza. Para empezar, hay que aprender a usarlos correctamente para sacarles buen provecho y evitar riesgos, cerciorándonos de que cuentan con la garantía suficiente para el caso de descomponerse y que existen posibilidades de reparación y refacciones en la localidad.
El tercer problema, es la seguridad. Siempre se ha dicho que “Más vale prevenir que lamentar” y no hay que echar esto en saco roto, lo que significa que antes de adquirir nuestros aparatos electrodomésticos debemos verificar que contamos con la estructura básica adecuada para instalarlos, y me refiero a instalación eléctrica, voltaje, cableado, contactos, y desde luego, el lugar adecuado para colocarlos.
Por otra parte, hay que valorar el costo-beneficio real, en función del ahorro de tiempo que aparentemente ofrecen, el espacio que requieren, y la ayuda que verdaderamente proporcionan. Esto es algo que cada quien tendrá que determinar en función de sus propias necesidades, por ejemplo: a mí me parece que una picadora de verduras es poco funcional cuando, como es mi caso, se cocina para pocas personas, en primer término, me consume electricidad (que no es nada barata donde yo vivo), tiempo para armarla cada vez que la uso, para limpiarla, y aunque no ocupa tanto espacio como lo hacen las lavadoras, si debo destinarle un lugar en la repisa que podría ser más provechoso con otro equipo, además, el principal motivo es que no me es fácil graduar el tamaño del picado, por esto y otras cosas, prefiero serle fiel a mi tabla y cuchillo para picar.
Los electrodomésticos más comunes son principalmente el refrigerador, la estufa, y la campana extractora, pero también es importante contar con una buena licuadora, tanto para hacer batidos finos, como para triturar hielo y otros alimentos, un microondas de buen tamaño, tostadora, batidora, Olla de lento cocimiento (es recomendable que tenga capacidad de unos 6 litros), freidora, parrilla eléctrica, cuchillo eléctrico, cafetera, lavavajillas, procesador, extractor de jugos, exprimidor, purificador o dispensador de agua.
Efectivamente ha cambiado tanto de la cocina de nuestras abuelas, que aun planchaban con planchas de carbon. Yo me estoy cuestionando el lavavajillas, que con tantos com'plementos de limpiadores y abrillantadorers, enjuagues y limpiezas, no sé si es necesatio para dos.
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