Con un poco de cuidado al momento de guardar nuestros alimentos en el refrigerador será posible sacarle mejor provecho, por un lado, evitando el desperdicio que afecta a nuestra economía, y por el otro, el desorden que nos roba tiempo ahora que tenemos tanta prisa, además de minimizar los riesgos de enfermedades que desde luego también representan costos y molestias.
Siga éstos tips y logrará conservar sus alimentos por más tiempo y en mejores condiciones:
- Una buena limpieza es indispensable, tanto en el interior como en el exterior, por una parte se eliminan obstrucciones en el sistema de ventilación y se ahorra energía al evitar que nuestro refrigerador se esfuerce demás para mantener la temperatura adecuada, y por el otro, se evitan malos olores y la generación de hongos o bacterias.
Para limpiarlo recuerde que lo primero es desenchufarlo de la corriente. Desocuparlo por completo. Es aconsejable usar una solución ligera de vinagre y agua natural, si hay manchas persistentes quizás una solución de cloro (No más del 10%). Nunca usar fibras que puedan dañar su acabado y recuerde secar perfectamente, superficies y cajones.
- No todo se refrigera. Evite saturar su refrigerador innecesariamente. Por ejemplo: Las papas, el ajo, las cebollas y algunos cítricos como la naranja o la toronja, y otros frutas como la piña o la papaya (si aún no se han abierto), los aguacates, los jitomates, los plátanos o los duraznos solo se refrigeran si ya están muy maduros.
- Frutas y verduras se deben lavar y secar perfectamente, lo mismo el follaje, después de lavado y desinfectado, déjelo sobre una toalla hasta que seque por completo.
Para su mejor conservación ubíquelas en un cajón frío, dependiendo de la estructura de su refrigerador, su tuviera un congelador en la parte superior, es posible que este espacio se encuentre en la parte baja, ya que el aire frío pesa más que el caliente y tiende a desplazarse hacia la parte inferior.
El follaje de hojas grandes pudiera colocarse en bolsas de plástico son perforaciones que les permitan respirar para que no acumulen humedad demasiado rápido, y las hojas pequeña pudieran guardarse en recipientes de plástico o de vidrio, sin que se mezclen, procurando que tengan suficiente espacio y que no estén apretujadas. Revíselas de vez en cuando y de ser necesario, drenarlas o cámbielas de empaque si es necesario.
- El pan puede enviarse al congelador, ahí se conservará muy bien y en cuanto lo saque y se encuentre a temperatura ambiente, recuperará su frescura natural sin ningún problema.
- Los lácteos como la leche, la crema, el yogur y los quesos, son alimentos muy susceptibles a una rápida descomposición, conviene enviarlos a la parta del fondo del refrigerador, donde la temperatura es más estable a diferencia de la puerta.
- Las carnes descongeladas o en proceso de descongelarse para su inminente preparación deben colocarse en la parte más fría del refrigerador. En el caso de los aparatos con el congelador arriba, pudiera ser el espacio abajo del cajón verdulero. Esto puede variar de acuerdo con las instrucciones de la configuración de su refrigerador.
- Encima el cajón de las verduras, también es una zona fría, pero no tan fría, aquí pueden acomodarse algunos alimentos procesados; tenga presente que estos no van a durar mucho, deben consumirse en corto tiempo, de preferencia no guarde sobras, es mejor compartir y que alguien las disfrute o las aproveche a correr el riesgo de que se descomponga dentro del refrigerador, produzca mal olor, ocasionen trabajo, roben espacio y al final de cuentas de todas maneras terminará por tirarlas.
- La caja de los pocos. Suele suceder que después de cocinar nos queda un trozo de cebolla, la mitad de un jitomate, un ajo, quizás un pedacito de tortilla o de pan y no sabemos qué hacer con él, pero no queremos tirarlo porque se puede ofrecer. Lo mismo para las porciones no utilizadas después de abrir una lata (Considere que lo más conveniente siempre será eliminar el envase de aluminio).
Para estos casos es que se coloca una "caja de los pocos", ésta le facilitará el manejo de esas pequeñeces que no nos atrevemos a tirar, así como la limpieza y la localizan de su contenido, la única condición es "poner en ella solo cosas útiles". Aquí resultan de gran utilidad los pequeños frascos, botecitos, o envases desechables y bolsitas resellables de plástico.
- Y en la puerta?. Aquí podemos poner los productos que no requiera una temperatura muy baja, por ejemplo: sazonadores, condimentos, aderezos, mermeladas, salsas de botellita, bebidas gaseosas, etc.
- La planeación siempre será útil. Ella le permitirá realizar compras mesuradas, y organizar adecuadamente su almacenamiento, en raciones prácticas, dejando a la mano lo que se ocupara diariamente y en la parte del fondo lo que se usa con poca frecuencia.
Considere que el congelador nos permite almacenar carnes por hasta unos 6 meses, los pescados por tres aproximadamente, y el tiempo en los alimentos procesados es muy variable, pero para mantener sus valores nutritivos pudiera ser alrededor de uno a dos meses máximo.
Espero que estos tips les sean de utilidad pero si su experiencia es diferente o tienen algún consejo adicional que quieran compartir con la comunidad de lectores de "Comida Saludable Rápido y Fácil" se los vamos a agradecer. Escríbalo en los comentarios. ⇩